viernes, 19 de abril de 2013





EDUCACIÓN Y DEMOCRACIA


En primer lugar habría que ver la educación como un proceso de formación y de acceso al pensamiento y al saber en el sentido clásico en que  la filosofía lo ha considerado desde la antigüedad. En segundo lugar habría que ver la educación como un simple procedimiento de transmisión de un saber ya ha adquirido, cuando no se trata de un sistema de producción de fuerza de trabajo calificada para una demanda existente en el mercado, tal como se presenta de manera generalizada en nuestra época.
El trabajo calificado también va siendo sometido progresivamente a la lógica de la especialización. Por este motivo los movimientos de iniciativa de pensar por si mi mismo o de criticar va disminuyendo, y en cambio las exigencias de menos tiempo y más información se van incrementando. Por este motivo los sistemas novedosos en la educación no se refieren a la posibilidad de formar mejor a la gente, si no de informarla lo más rápidamente.

En la educación actual existe una polarización que se expresa en la tensión interna entre la exigencia de formación y de capacitación de un hombre y un ciudadano capaz de juzgar y de pensar su sociedad y situación y de tomar alguna decisión sobre su destino y el entrenamiento de un experto sin ninguna capacitación efectiva. Las dos tendencias están presentes en lo que se podría llamar el problema educativo.

  

El aprendizaje no está motivado por el deseo de saber algo que se nos ha hecho necesario, inquietante, interesante, o por la solución de una incógnita  que nos conmueve, ni por la nota la promoción, la competencia, el miedo de perder el año y ser regañado o penado.
La relación de la universidad con la sociedad es sumamente compleja si los jóvenes no adquieren experiencia en el análisis crítico, en la percepción de lo que hoy sucede, experiencia que podría dar solo una universidad que sea tal y no la suerte de academia profesional en que está convirtiendo entre nosotros  por eso deberíamos analizar la posibilidad de que la universidad no solo deba adaptarse a la sociedad “responder a la demanda”.

Realmente en nuestra sociedad, nos capacitamos o estudiamos lo que queremos?
Creería que ha muchas personas nos ha tocado estudiar e incluso laborar  como empíricos ya que no todos tenemos las mismas posibilidades sea económicamente, por tiempo o geográficamente, terminamos haciendo algo totalmente diferente a lo que quisimos ser (sueño), e incluso obligados.
Bibliografía
ZULETA, Estanislao, “Educación y Democracia un Campo de Combate”, Séptima Edición, Medellín, 2009, Hombre Nuevo Editores.
Guillermo joim Etcheverry, rector de la universidad de buenos aires.
   
 AUTOR: JOHANA MARÍA MEDINA SERRANO
REGENCIA DE FARMACIA SEMESTRE I
GRUPO DOS 

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