EDUCACIÓN Y DEMOCRACIA
En primer
lugar habría que ver la educación como un proceso de formación y de acceso al
pensamiento y al saber en el sentido clásico en que la filosofía lo ha considerado desde la
antigüedad. En segundo lugar habría que ver la educación como un simple procedimiento
de transmisión de un saber ya ha adquirido, cuando no se trata de un sistema de
producción de fuerza de trabajo calificada para una demanda existente en el mercado,
tal como se presenta de manera generalizada en nuestra época.
El trabajo
calificado también va siendo sometido progresivamente a la lógica de la
especialización. Por este motivo los movimientos de iniciativa de pensar por si
mi mismo o de criticar va disminuyendo, y en cambio las exigencias de menos
tiempo y más información se van incrementando. Por este motivo los sistemas
novedosos en la educación no se refieren a la posibilidad de formar mejor a la
gente, si no de informarla lo más rápidamente.
En la
educación actual existe una polarización que se expresa en la tensión interna
entre la exigencia de formación y de capacitación de un hombre y un ciudadano
capaz de juzgar y de pensar su sociedad y situación y de tomar alguna decisión
sobre su destino y el entrenamiento de un experto sin ninguna capacitación
efectiva. Las dos tendencias están presentes en lo que se podría llamar el
problema educativo.
El
aprendizaje no está motivado por el deseo de saber algo que se nos ha hecho
necesario, inquietante, interesante, o por la solución de una incógnita que nos conmueve, ni por la nota la promoción,
la competencia, el miedo de perder el año y ser regañado o penado.
La relación
de la universidad con la sociedad es sumamente compleja si los jóvenes no
adquieren experiencia en el análisis crítico, en la percepción de lo que hoy
sucede, experiencia que podría dar solo una universidad que sea tal y no la
suerte de academia profesional en que está convirtiendo entre nosotros por eso deberíamos analizar la posibilidad de
que la universidad no solo deba adaptarse a la sociedad “responder a la demanda”.
Realmente en
nuestra sociedad, nos capacitamos o estudiamos lo que queremos?
Creería que
ha muchas personas nos ha tocado estudiar e incluso laborar como empíricos ya que no todos tenemos las
mismas posibilidades sea económicamente, por tiempo o geográficamente,
terminamos haciendo algo totalmente diferente a lo que quisimos ser (sueño), e
incluso obligados.
Bibliografía
ZULETA,
Estanislao, “Educación y Democracia un Campo de Combate”, Séptima Edición,
Medellín, 2009, Hombre Nuevo Editores.
Guillermo
joim Etcheverry, rector de la universidad de buenos aires.
AUTOR: JOHANA MARÍA MEDINA SERRANO
REGENCIA DE
FARMACIA SEMESTRE I
GRUPO DOS
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